El arroz es el cereal más consumido del mundo. Solo en España, el consumo de este cereal por habitante supera los 7kg al año siendo consumido de media entre 2 y 3 veces por semana, principalmente durante el fin de semana. Las estadísticas demuestran que es uno de nuestros platos favoritos, y por eso debemos prestar especial atención a la hora de prepararlo para evitar defraudar a nuestros comensales (¡y a nosotros mismos!).
Para empezar, debemos escoger la variedad de arroz adecuada. Según los expertos, el arroz de tipo Bomba, que aguanta mejor la cocción, o el Senia, que nos ofrece una mayor transmisión de los sabores, son los más adecuados para preparar una paella perfecta. Otro consejo respecto al arroz, es que este no se debe remover durante la cocción para evitar que el almidón se desprenda del grano y se haga una plasta.
Cuando ya hemos escogido el tipo de arroz, debemos tener claro que no habrá buena paella sin un buen sofrito. Para ello debemos utilizar tomate de calidad. Según los expertos, el tomate de pera es el más adecuado para preparar sofritos. Es un tomate carnoso, dulce, sabroso y con una piel muy fina.
También debemos prestar atención a la consistencia del caldo que vayamos a utilizar. Hay que valorar su limpieza, densidad o cantidad de grasas. Igual que pasa con el tomate, un caldo de calidad también influirá en el resultado final de la paella. En este punto hay quien opina que la paella es mejor hacerla con agua. Realmente de las dos maneras queda bien, y esto ya va a gusto del consumidor. Pero si vas a utilizar caldo, que sea de calidad.
Otro imprescindible: que el socarrat no quede quemado. El punto de tueste del grano es muy importante, ya que si nos pasamos de tostado quedará demasiado duro y solo tendrá sabor a carbón quemado. Debemos conseguir que se tueste ligeramente sin llegar a ese punto negro carbón.
Y para acabar, hay quien es partidario de acabar la paella en el horno. Los expertos dicen que no es necesario, pero si que es imprescindible dejarla reposar al menos cinco minutos para homogeneizar texturas y potenciar su sabor.