La gran mayoría de personas hoy en día considera que no puede vivir sin él. Se ha convertido para muchos en algo imprescindible para empezar bien el día. Sí, hablamos del café, un producto muy valorado por una gran parte de la población.
El café tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo. Nos mantiene en forma, en línea y con buena salud. Mejora varios aspectos de nuestra función cerebral, como la memoria, el ánimo, la atención, la energía y la función cognitiva general. Pero como punto negativo hay que destacar que este ingrediente puede provocarnos trastornos del sueño, por eso excedernos tampoco es bueno.
Es una sustancia que ayuda a quemar grasas, eliminando la acumulada en los tejidos musculares. Esta cualidad solo es beneficiosa para aquellos que beben poco café, ya que para los más cafeteros los efectos positivos de la cafeína disminuyen con el tiempo.
Por otro lado, con su consumo aumentan los niveles de adrenalina. La adrenalina prepara nuestro cuerpo para un esfuerzo físico, lo que hace que las células grasas descompongan la grasa corporal, liberándola y usándola así como combustible cuando realizamos ejercicio. Por lo que mejora el rendimiento físico.
Una taza de café contiene vitamina B2, vitamina B5, manganeso, potasio, magnesio y niacina, así que es un alimento con múltiples beneficios.
El riesgo de sufrir depresión disminuye cuando tomamos café, sobre todo en las mujeres. Estos datos fueron extraídos de un estudio en el que las mujeres que consumieron cuatro o más tazas de café al día desarrollaron depresión un 20% menos.
Además es digestivo, estimula la secreción gástrica, activa la producción de la bilis y la contracción de la vesícula biliar. Por lo tanto, si nos acostumbramos a tomarlo después de las comidas tendremos una digestión más ligera.
Se dice que tomar de una a dos tazas de café al día, puede ayudarte a prevenir enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Se ha llegado a la conclusión de que la cafeína reduce el riesgo de sufrir un infarto.
Con tantos beneficios que hemos nombrado seguro que os ha entrado ganas de tomar una buena taza de café. Es importante tener en cuenta que los excesos no son nunca buenos, por lo que en este caso, sí es bueno tomar café, pero como todo siempre con moderación